Deportivo Atalaya y Unión San Vicente empataron en uno por la tercera fecha del Federal C. El partido se jugó en el estadio de Racing y la concurrencia de público fue muy buena para ver a los equipos de Olmos y Bodnar.
Por Emanuel Moya
Edición: Cristian Catalani
Edición: Cristian Catalani
La tarde se ponía a tono para recibir a Deportivo Atalaya y Unión San Vicente en el Miguel Sancho. El viernes por la tarde una lluvia impresionante había hecho sospechar de alguna posible suspensión si se mantenía la tormenta, pero la calma llegó y los equipos estaban pisando el verde césped listos para jugar un encuentro de gran nivel.
Deportivo Atalaya salió a buscar el encuentro desde el minuto 1. Ayudados por la necesidad imperiosa de conseguir la victoria, los de Miguel Bodnar presionaron bien arriba durante todo el primer tiempo y lograron poner en aprietos la salida de Unión San Vicente. Sin dejar de lado los ideales de juego del “Ratón” Olmos, el equipo visitante trataba de salir jugando constantemente, pero lo único que conseguía era que ellos mismos se pusieran contra las cuerdas y sufrieran los embates del rival. Primero Velardez y luego López le dieron los primeros sustos al conjunto naranja. Luego, la pelota parada y las jugadas ensayadas durante la semana hacían prever que el gol de Atalaya estaba al caer.
Contrariamente a todo lo que se pensaba y mediante una jugada confusa, llegó el primero de la tarde. Un centro al área terminó con la definición de Martínez solo bajo el arco, pero antes hubo un motivo de reclamo de la gente de Atalaya. Cuando iba a buscar la pelota,el arquero Machado, Iván García salió caminando del área para no participar de la jugada porque estaba adelantado, el balón terminó en el pecho de Páez, que no dudo y tocó al medio para Martínez, y el resto es historia conocida.
Terminaba el primer tiempo de una manera sorpresiva por cómo se dio el encuentro, pero una frase de cajón es esa que dice: “Los goles no se merecen, se marcan", y eso fue lo que hizo Unión: la única que tuvo la mandó al fondo de la red y ahora la presión era aún mayor para Atalaya.
Terminaba el primer tiempo de una manera sorpresiva por cómo se dio el encuentro, pero una frase de cajón es esa que dice: “Los goles no se merecen, se marcan", y eso fue lo que hizo Unión: la única que tuvo la mandó al fondo de la red y ahora la presión era aún mayor para Atalaya.
En el complemento, Atalaya salió a buscar el empate desesperadamente. El ingreso de Núñez le dio más poder de ataque y en la primera que tuvo, el conjunto de Arguello erró en la definición por enésima vez y eso se volvía en un problema recurrente. Luego de un centro desde la derecha del ataque, en el punto penal el “Tero” López le erró a la pelota y desconcertó a toda la defensa, lo que hizo que el remate de Maximiliano Fernández fuera directo al arco con destino de gol. El remate de Fernández sintetizó el sentimiento de todo Atalaya, fue un pelotazo con fuerza y bronca que tenía que entrar si o sí.
Ahora con el encuentro empatado, ambos equipos se acomodaron mejor en la cancha y salieron a buscar el golpe por golpe. Un remate de López en el travesaño y un tiro libre de Marín en el palo casi le dan la ventaja a Unión San Vicente. Un remate de Núñez y una clara jugada post gol de López pudieron darle la victoria a Atalaya.
Solo quedaba tiempo para una tonta escaramuza que dejaba como saldo las expulsiones de Giuliano Foglia por el local y Rodrigo López para la visita, y la sensación de que el resultado fue acorde a lo que sucedió en el partido.
Síntesis del partido:
Deportivo Atalaya (1): Daniel Machado; Santiago Páez, Mauro Ramallo y Gabriel Ferreyra; Tomas Cattaneo, Marcelo Santillán, Giuliano Foglia y Maxi Foglia; Mauro Velardez; Joel López y Maximiliano Fernández. DT: Miguel Bodnar.Unión San Vicente (1): Juan Balquinta; Gastón Sánchez, Iván García, Mario Baima y Nahuel Sosa; Cristian Montoya, Renzo Márquez, Gastón Marín y Brian Roldan; Julio Martínez y Cristian Páez. DT: Claudio Olmos.
Expulsados: Giuliano Foglia (Atalaya). Rodrigo Lopez (USV).
Cancha: Racing.
Arbitro: Emanuel Serale.
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